El tema está a punto de convertirse en redundante. Y en comunicación, bien se sabe, resulta fatal.
Aplaudo, entre las primeras, su presentación con inteligencia en la pequeña pantalla. Me sumo a quienes levantan ambas manos a favor de eliminar la violencia contra la mujer. Pero…¡cuidado!
Evitar a toda costa un posible efecto boomerang ayudará más. Conscientes somos de la urgencia de acciones con las cuales se debe erradicar el mal. Sin embargo, no será saludable dejarnos llevar por esas premuras al punto de llegar a la repetición del tema por todos lados hasta que provoque aburrimiento.
Considero que en Soledad —segunda temporada de la telenovela cubana Bajo el mismo Sol— se muestra una arista muy dolorosa y a la vez lo suficientemente abarcadora de los daños de la violencia intrafamiliar. ¿Por qué, entonces, hacer coindicir por estos días programas de radio y escritos en los periódicos sobre el mismo tema? ¿No sería mejor dejar pasar los meses para abordarlo con enfoques menos reiterativos?
Cierto que la semiótica, con el modelo textual esbozado por Umberto Eco, justifica que en comunicación los mensajes sean transmitidos de manera sincrónica (puede venir por distintos medios) o diacrónica (de forma redundante aunque de un modo diverso). Mas, se requiere evitar la saturación en los espacios televisivos, radiales y de la prensa escrita, a fin de no «espantar» a los receptores.
Ahora que la televisión puso el tema sobre el tapete se impone conjugar otras vías de intercambio, más allá de los medios de comunicación masiva. A ellos, en primera instancia, les corresponde balancear el tema para no pasarse de la raya.

Comparto tu criterio Osmaira más que saturar el tema por los medios de comunicación me parece que sería más sensato intervenir en las familias para que estas profundicen en la educación de los hijos, a quienes se les deben instaurar adecuados patrones de conducta y una autoestima sólida de tal manera que tales manifestaciones de violencia, de cualquier índole, vaya desapareciendo de la sociedad.
Claro, de eso se trata Karelia, de utilizar todos los espacios posibles para erradicar el problema, pues los medios de comunicación solo pueden plantearlo y le corresponde a la sociedad buscar las soluciones.