El 28 de julio del 2000 vivimos una eterna jornada… Romántica, porque estuvo dedicada a una mujer risueña, a una joven que, con la misma disposición con que asaltó el Moncada, festejó junto a nosotros una sede por el Día de la Rebeldía Nacional bien ganada.
Entre todas las féminas, durante aquella mañana, ella lució como la más bella. Luego de dormir placenteramente las primeras horas de la mañana, apareció ante la vista de los presentes conducida por las federadas y pioneros de Villa Clara.
Al verla sentí que era cierto ese temor de hallarme…atrapada por la alegría que impregna a los caminos por donde transita. Todos lo comentamos. Parecía una quinceañera, feliz por encontrarse celebrando su cumpleaños 79 en al Ciudad del Che.
Entonces la llenamos de regalos. En reciprocidad nos dejó estas palabras: «Soy villaclareña. Cuando conocí que alcanzaron la sede compartida con Pinar del Río y Ciudad de La Habana, sentí a Villa Clara dentro de mí. Ahora, le pido a este pueblo, que es mi pueblo, que se convierta en el primer ayudante de Fidel.» Sigue leyendo